Tener un bebé o un niño diagnosticado con diabetes puede ser aterrador. Los padres no saben nada acerca de la enfermedad y puede ser realmente un reto para ellos manejar y tratar la enfermedad debido a que el niño no tienen forma de comunicar lo que están sintiendo.
La misma situación viven los niños con diabetes en edad preescolar. Ellos realmente no han aprendido a reconocer los síntomas de tener un bajo nivel de glucosa. Por esta razón es muy importante comprobar constantemente el nivel de glucosa en tu hijo tan a menudo como sea posible.
Sin embargo, tiene que entender que el niño puede estar asustado por la aplicación de inyecciones de insulina de manera regular. Usted debe estar consiente que los niños inventarán cualquier cosa con el fin de evitar o al menos intentar retrasar la aplicación de inyecciones.
Es muy importante que los padres hablen al niño y le digan que ellos saben que duele mucho y también comenten a los niños que están siendo muy valientes. Las recompensas ayudarán a estimular al niño a dejarse inyectar. En lugar de regañar o amenazarlos con castigos, siempre es mejor usar refuerzos positivos.
Sin embargo, tenga en cuenta que hay que para evitar el uso de alimentos como recompensas, ya que esto puede llevar a una relación enfermiza con la comida.
También tiene que tener en cuenta que los niños con diabetes pueden tener los mismos hábitos exigentes como otros niños que no padecen la enfermedad. Es mejor no forzar al niño a comer ciertos alimentos. En cambio, intentar ofrecerles otro tipo de alimento que también es bueno para su dieta diabética. También ofrecerles leche o jugo en su lugar si no quieren comer.
Durante la edad escolar, sus hijos comenzarán a querer ser como sus compañeros. Va a ser a menudo muy difícil para ellos comprender por qué son diferentes a los demás niños, por qué necesitan tomar insulina y tener que seguir un cierto plan de comidas. Generalmente, la mejor manera de manejar este tipo de situación depende totalmente de la personalidad de su hijo.
Algunos niños quieren mostrar a sus compañeros acerca de su condición, como tratar de comprobar su nivel de glucosa en la sangre e incluso intentarán aplicarse una inyección de insulinar. Sin embargo, debe tener en cuenta que hay niños que sufren mucho con esta enfermedad. Prefieren guardar silencio al respecto y es importante para usted que sus hijos decidan qué decir acerca de su enfermedad.
Sin embargo, es importante hablar con los profesores, entrenadores, familia y amigos sobre la enfermedad que padece su hijo y lo que puede estar sufriendo.
Estos son los retos que debe enfrentar cuando se tiene un niño con diabetes. Puede ser muy difícil y deprimente al principio, pero después de un tiempo, verá cómo usted y su hijo serán capaces de enfrentar con éxito esta enfermedad.
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