La diabetes es una enfermedad que puede afectar a todo el mundo, no importa la edad, sexo y raza. Hoy en día, hay más de 16 millones de estadounidenses que sufren de esta enfermedad. Y 800 mil nuevos casos son diagnosticados cada año. Vivir con diabetes puede ser duro especialmente para adolescentes y adultos jóvenes.
Tiene que tener en cuenta que al rápido crecimiento físico, mental y emocional de los jóvenes hay que agregarles el desafío en el manejo de la enfermedad. Con la toma de insulina, monitoreo de los niveles de glucemia y siguiendo estrictamente un plan de comidas, puede ser muy tedioso para los adolescentes y realmente son más las dificultades para esa edad.
La mayoría de los adolescentes tiende a ir despacio en el cuidado de la diabetes. Esto es comprensible, ya que están en la edad donde la presión de amigos realmente puede afectarlos.
Psicológicamente, tiene que recordar que la adolescencia es donde se prueban los límites. En algún momento, incluso, se negarán a seguir dietas saludables, saltarse las inyecciones de insulina e incluso pueden dejar de revisar sus niveles de glucosa en la sangre. En la mayoría de los casos, los adolescentes no toman en serio esta enfermedad.
A pesar de que la diabetes puede traer consecuencias graves, existen algunos casos donde los adolescentes se niegan a hacer ciertas tareas en relación con la enfermedad. Incluso si experimentan las complicaciones serias que tiene la diabetes, algunos adolescentes tienden a negarse sistemáticamente a seguir ciertos procedimientos para controlar la enfermedad. Como padre tiene que averiguar por qué.
Si usted descubre que el plan de diabetes es demasiado rígido, probar añadiendo más flexibilidad con el fin de hacerlo más fácil para ellos. Dar recompensas es una gran manera para animarlos a seguir las tareas diseñadas para controlar la enfermedad.
También tiene que recordar que las hormonas que causan la pubertad eventualmente pueden afectar los niveles de glucosa en la sangre. Puede ser muy impredecible y realmente puede hacer mucho más difícil de tratar la diabetes. Entonces, intente evitar culpar a su adolescente por tener niveles de glucosa sanguínea alta o baja. Puede que no sea su culpa.
Debido a que los niveles de glucosa en la sangre son impredecibles a causa de las hormonas, trate de alentar a sus hijos a trabajar con usted para solucionar los problemas causados por este tipo de situaciones. En lugar de los regaños por sus niveles de glucosa en la sangre, intente encontrar una manera de alabar sus esfuerzos, especialmente si él o ella se siente frustrada.
Estos son los retos que tiene que esperar cuando usted vive con un hijo afectado por la diabetes. Siendo un adolescente con diabetes es muy difícil, por eso tiene que entenderlos más. Con paciencia y perseverancia, así como autodisciplina, su hijo será capaz de tener una vida lo más normal posible.
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